lunes, 31 de agosto de 2009

PASEO HUMILLANTE, FESTEJO GIGANTE

EL CAMPEÓN DE AMÉRICA Y OTRA PALIZA A SU CLÁSICA VÍCTIMA
Una tarde para el recuerdo en la que todo fue fiesta
Estudiantes siempre fue más que Gimnasia, y ese clásico que sólo es tal por cercanía espacial, cada vez es más desigual. Es predecible, se hace obvio, el festejo rojiblanco y la tristeza albiazul. Una vez más, el Pincha hizo lo que quiso en un derby y extendió a nueve los partidos sin perder (de los cuales ganó 7). Otra vez fue baile, esta vez 3-0 y el partido que por momentos era escandaloso.

De a ratos pareció una humillante extorsión. Las dos caras de la moneda frente a frente. De un lado el éxito reciente sumado a los pergaminos de un pasado glorioso, el festejo por el título americano que se exhibía en casa ante una multitud nunca antes vista para un "clásico" de la plata: más de 40 mil pinchas que fueron a gozar una tarde que se sabía que iba a ser para festejar.

El festejo copero en las tribunas, con la pasión impactante de siempre. El grito de los campeones y la burla constante a los solitarios jugadores de Gimnasia, refiriéndose a la Promoción que debieron jugar para permanecer en Primera.

Salgueiro, Boselli y Pérez fueron los que marcaron los tantos del 3-0. No vale la pena analizar un partido que fue desigual por donde se lo mire, donde la experiencia, el carácter y la solvencia de uno chocó contra la pobreza y la incertidumbre de los otros, una vez más. El juez se apiadó del sufrido Gimnasia, y no expulsó a nadie más que Ormeño, ya que salieron a jugar fuerte desde el minuto inicial.

Todo fue fiesta de los leones. El estadio fue una caldera, que extorsionó a los pobres jugadores del Lobo (obvio que Sessa tuvo su minuto de ira que lo caracteriza para robar cámaras) que iban de un lado a otro shockeados como un toro en un encierro, sin saber adonde ir entre tanta euforia en su contra.

Después la copa, la vuelta olímpica, los festejos adentro y afuera de una tarde tan única como predecible. Burlas a los casi descendidos de Gimnasia que sufrieron otra paliza ante el único campeón de La Plata, que pudo haber sido peor pero el Pincha tuvo piedad. Una más de las humillaciones en este clásico festejo Pincha de cada campeonato.

1 comentario:

vane dijo...

nacho aca me paso que fiesta el pincha,como siempre jaajaj ya aburree

besitos

vane
mundoalbirrojo.blogspot.com