jueves, 2 de julio de 2009

Estudiantes finalista de la copa Libertadores

Después de 38 años vuelve a ilusionarse con ganar por cuarta vez el torneo más importante del continente. El equipo está bien y juega igual pese a los cambios. Estudiantes está a 180 minutos de la gloria y tendrá que jugar la gran final ante otro complicado rival: Cruzeiro.

Estudiantes vive una fiesta inolvidable. Está en un momento que no conocía desde hace casi 40 años. Desde 1971 que no estaba en la final de la copa Libertadores, esa que supo ganar. Hay antecedentes que agrandan más todavía el hecho, que de por sí tiene una importancia suprema. El Pincha vuelve a respirar clima de final de Libertadores, y sabe de que se trata.
Sobrevuela la mística, se vienen a la memoria recuerdos del equipo de Zubeldía, Malbernat, Bilardo, Verón y compañía. Esos que instalaron a Estudiantes en la cima del continente y del mundo. Hoy el panorama se repite, casi cuatro décadas después, y el sentimiento es el mismo. Estudiantes está a las puertas de su cuarta copa Libertadores. ¿Cómo van a frenar esa ilusión?

Estudiantes, como ocurrió en Cuartos de Final, despachó a Nacional en semifinales ganando el partido de ida y también el de vuelta. Volvió a ganar en el Centenario, como en la ronda anterior y como en viejos tiempos donde la gloria era cosa de todos los días. Ahora, en la serie de Semifinales, Estudiantes le ganó 2-1 a Nacional, ante 50 mil hinchas del Tricolor, con un doblete de Boselli que fue genio y figura en una noche mágica.

Altos rendimientos en todas las líneas, con una defensa que tuvo al Colo por derecha y al uruguayo Díaz por el lado izquierdo. El Flaco Schiavi volvió a mostrarse acoplado al Chavo Desábato, como si la zaga jugara junta desde las divisiones infantiles. En el medio se ganó la batalla, con un gran partido de Matías Sanchez y Braña, bien acompañados por Benítez y Enzo Pérez, que ayudaban por los costados.

Boselli y La Gata Fernández tuvieron una gran noche, entendiéndose a la perfección, y haciendo que el ex Boca se vaya con un doblete que es la síntesis de un trabajo colectivo impecable. Y así fue como, luego de hablar tanto del tema, la ausencia de Verón no se sintió para nada y el Pincha tuvo un rendimiento excelente en todos sus jugadores. Andújar batió un récord, ya que llegó a 801 minutos sin recibir goles por copa Libertadores, ya que Medina, a los 30 del complemento empató el juego de manera parcial.

Fue todo festejo en el campo de juego, y seguramente hubo varios puños apretados en una tribuna que en los papeles era 100% local, pero se sabe que eran casi 1.000 los albirrojos que cruzaron el charco para camuflarse entre los hinchas del Bolso. Ni que hablar en la Argentina, donde la capital de la felicidad es La Plata, una vez más gracias a Estudiantes, que vuelve a creer en la ilusión eterna de ganar la copa Libertadores.

Está a un paso, a un ida y vuelta con Cruzeiro. Estudiantes ha demostrado con creces en esta copa que se merece estar en el lugar que está. Demostró carácter, fútbol, actitud y ganas de animarse a más. Vuelve a una final de copa Libertadores tras 38 años, llegando así a la quinta final de su rica historia. Se enfrentará a un gran equipo, como también lo fueron Nacional y Defensor. La gloria está a la vuelta de la esquina, será cosa de seguir yendo paso por paso y no desesperarse. Afrontando con los pies sobre la tierra y tranquilidad la final, Estudiantes debe ser conciente que sabiéndo la fórmula, está a 180 minutos de inmortalizar otro rugido, el del tetracampeonato de América.