Sabella y un regreso muy especialLa semana fue agitada y luego de tantos magros resultados, Estudiantes encontró en Alejandro Sabella un reemplazante para ocupar el banco que quedó sin Jefe al renunciar Astrada. Con esto mucha expectativa por saber cuál sería el perfil, la identidad del equipo de "Pachorra". De movida el visto bueno era que el nuevo DT era un hombre con gran pasado en el club, algo que hacía rato que no se daba en Estudiantes.
En la conferencia de prensa de presentación que Sabella brindó el pasado domingo, se lo vió con mucha ilusión y sabiendo de la responsabilidad que le implica sentarse en ese banco. Y en una conferencia emotiva como pocas, le habló a los hinchas, dirigentes y jugadores, apelando a lo emocional, con palabras medidas y sin hablar demás... pero tampoco de menos.
El hincha se ilusionó, porque Sabella habló desde el corazón, como hincha que es, y le habló en "el mismo idioma" que el simpatizante quiere escuchar en el Pincha. "Mística", "Orgullo", "prestigio", "grandeza", "compromiso", entre otras, son palabras clave que tienen un peso emotivo especial, algo que brillaba por su ausencia desde hace bastante tiempo en la sala de conferencias de City Bell.

Pero con esto no se ganaba nada, faltaba saltar a la cancha y aquí quedaba en los jugadores responder a esa motivación que el
DT despedía reiteradamente. Y la gente fue a ver cómo encaraba un partido decisivo el equipo de
Sabella, alguien que nunca fue
DT anteriormente, sólo ayudante. Desde el discurso, fue perfecto, inmejorable, ideal... las palabras de Pachorra entraban directo al corazón del hincha, y seguramente de los jugadores. Ahora ellos debían responder, sabiendo que venían de partidos mal jugados y hasta se llegó a cuestionar el
compromiso y la falta de ingenio.
No fue una noche más: como si las palabras de la conferencia de prensa de la tarde del domingo hubiesen entrado a la cancha con el equipo, como si la mística volviera sabiendo que en el banco había un histórico del club, Estudiantes fue otro. Otro en todo sentido. Un equipo con sacrificio, con ganas, con inteligencia y presión en todas las líneas, con ganas de demostrar que están a la altura de las circunstancias. Y así comenzaba una noche diferente desde el primer minuto.
En el León hubo muchas individualidades que brillaron por alto rendimiento, como Cellay, Verón, Enzo Pérez y Benítez. Pero el que se llevó todas las miradas fue Mauro Boselli. Al delantero se le abrió el arco, y después de mucho tiempo volvió a marcar: triplete en la red y figura, dos de cabeza y un derechazo cruzado para reencontrarse con la confianza. Pérez fue el autor del tanto restante para completar el brillante 4-0.
El cambio fue radical en Estudiantes,
Sabella parece saber cómo y arrancó de manera inmejorable. Y ahora debe estar satisfecho por esta producción ante Deportivo Quito, conforme por partida doble: por saber que su trabajo está dando los primeros frutos y por el hincha que lleva adentro, un detalle que no es menor, porque Estudiantes necesitaba de manera urgente que alguien del club tome las riendas del equipo: y
Sabella entiende a la perfección lo que es ocupar ese banco, el mismo que ocuparon
Zubeldía y
Bilardo.

FOTOS: AP, REUTERS, TELAM