
Los problemas con la dirigencia fueron el detonante. La abrupta decisión, que seguramente fue madurando en la mente de Sabella, cayó mal en el plantel. Los dirigentes, que jamás se movieron de su postura, deberán hacer una autocrítica de la situación, ya que hubo varias señales de alerta cuando el entrenador exigía determinados refuerzos para sumar al campeón.
De esta forma termina una era en el banco Pincha.
Una etapa inolvidable y exitosa que ha marcado a Estudiantes. Sabella supo darle una identidad marcada a un equipo que jamás dejó de responderle. Campeón de la Libertadores 2009 y del Apertura 2010, el ex entrenador partió de Estudiantes a nueve días de comenzar el torneo Clausura 2011.
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